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domingo, 5 de septiembre de 2010

Las huellas de septiembre

Ayer me planté los tacones. No sería nada raro en una chica de 26 años, si no fuera porque el médico te ha dicho eso que se estilaba hace unos años por Galicia, el famoso “NUNCA MAIS” .

Y sí … hoy estoy echa chapapote. O lo que es lo mismo, negra por no poder subirme a los tacones. A unos les da más fuerza una cosa y a otros otra. A mi, aunque parezca raro, me dan fuerza. ¿O es que nadie se acuerda en estos casos de Carla Bruni? Su inseparable Sarkozy enseguida vio quién se llevaba los puntos a favor, y es que a la Bruni, se le veía de lejos. Fuera por los tacones o no, lo que está claro es que en la mayoría de los casos, una mujer se siente diferente encima de unos buenos zapatos. Quizá para algunas tan sólo sea verlo desde unos centímetros más arriba y para otras, sentirte más bella, más estilizada … en conclusión, más deseada. Al fin y al cabo una siempre quiere gustarse a sí misma y a los demás, ¿no?

La moda ayuda en cierta manera a que nos veamos y sintamos diferentes, únicos por llevar determinadas cosas y esclavos del capricho que en ese momento se nos cruce en el camino. Una especie de deseo que en mayor o menor medida puedes acabar cumpliendo.

El jueves volveré a ver el mundo desde un poquito más arriba, la Fashion Night Out llega a Madrid!! Este mes pinta en lo alto. Cibeles llegará en unos días y yo ya me he hecho con las entradas. Septiembre no huele a Tacones Lejanos … demasiados retos para unos pocos centímetros.