Powered By Blogger

lunes, 9 de julio de 2012

A rayas o a cuadros




La verdad es que no pensé que íbamos a compartir el mismo PENSAMIENTO. Ese por el que llegó un momento que había recorrido todo el circulo y si había algo que no cerraba yo lo imaginaba. Ese por el que me hiciste creer mil millones de cosas hasta que la simplicidad me saludó. Sin cortesías porque todavía se ve que es pronto. Porque yo había creído en ti pero tú en mi no. O al menos hasta ahora. Ese es el siguiente paso. O quizás no. La vida no siempre depende de lo que tú quieres. Es como hacer una trenza con un solo mechón.
 ¿De qué hablo? Especifico. El miedo a que una persona a la que tienes cariño pero sobre todo respeto, que la consideras parte de la familia y sabes que es así porque cuando te hablan mal sacas los ojos, le puedan hacer daño. A que a veces el rumbo coja un oleaje de bandera roja, que no haya socorrista y que los recortes nos afecten a todos. Es como los cuentos de Wally. A ver quién encuentra al dichoso muñeco entre tanta marabunta, a ver quién es el listo de sobre volar con la mirada y encontrar lo que de verdad importa. Lo que se llamaría un fin y un querer seguir hallándolo en la página siguiente. Pero un día se acaban las hojas. 

Pero también te das cuenta de que lo puedes buscar en otro libro. Porque pasa de generación en generación, porque él tiene una característica pero todos llevamos una dentro. Y sabemos en muchas ocasiones que es lo mejor y lo peor para nosotros. El problema es cuando viene una cuesta y te dejas puestos los patines entonces pasas tan deprisa que sólo ves a alguien abajo pero cuando mires todo lo que has recorrido arriba siempre estará el camino. Con la importancia claro, de haber llegado al destino.