¿El éxito es garantia de felicidad?

Todos los meses me compro el Elle, muchos de vosotros ya lo sabréis. Hablo por el teléfono fijo mientras la ojeo, me suena un mensaje en el mail, sigo ojeando, mensaje en el móvil … todo indica a que no puedo estar más desconcentrada. Entre sus páginas un reportaje que me llama la atención. Mamá tigresa o Bambi. Parece interesante. Ni teléfono, ni mail, ni mensajes. TIEMPO.

Al parecer una profesora de Derecho de Yale, china pero nacida en América tiene estos días el mundo patas arriba en cuestiones de educación. Amy Chua, que así se llama la profesora y autora de “Battle Hymn of the Tiger Mother” o lo que es lo mismo “Himno de batalla de la madre tigresa” ya es número uno de ventas en Estados Unidos. ¿Su método? Sentar a su hija Louise de 7 años durante toda una noche para que realizara algo que a la pequeña le resultaba imposible. ¿El resultado? Louise orgullosa de haber superado algo que veía inalcanzable. ¿Y su madre? Orgullosa de haber cumplido su objetivo. Desde hace tiempo varios informes concluyen que los asiáticos son muchos más aventajados académicamente que los occidentales. Amy afirma que “una de las razones es que los padres occidentales se preocupan mucho por la autoestima de sus niños“ y que “lo peor es dejarlos que se rindan ante un obstáculo”.

Hace un par de días al salir de casa pude ver como la vecina del bloque de enfrente cogía a su hija del vestido para llevarla a casa a hacer los deberes. Tendría 4 años y estaba jugando feliz. Estoy segura que ese día aprendió los colores y también a contar las baldosas que había de la plaza a su casa, pues iba bocabajo, apunto de echar el yogur de la merienda de la guardería. Creo que los españoles somos de ese grupo de “la letra con sangre entra, puesto que antes, hemos hecho lo que nos ha dado la gana” Es decir, perdemos el tiempo y a última hora “correeeeeeeeeeeeee, una pastillita de cafeína que se me ha hecho tarde”. La niña, angélico … que no tiene edad para tomar cafeína opto por el “ tengo toda una vida para aprender, que me estás contando que esto no son los cuentos que me lees por las noches”.

Muchos me dicen que voy a ser una madre estricta, porque me pongo nerviosa por todo. Mi amiga Ingrid aún se debe de acordar de la época que le dio por comer piruetas … subía a mi coche y le decía guárdala ¡el palo es peligroso! He de decir que era novata conduciendo y me podían dar un golpe, a mi coche y a sus dientes!! A lo que voy es que no sé como lo haré llegado el momento, sólo sé que quiero que mis hijos jueguen, se diviertan, se ensucien con la tierra, se rebocen cual croquetas, que me da igual que se manchen ¡sólo quiero que sean felices! Eso sí, responsables de sus actos, que sepan que tienen que hacer en cada momento, que tengan conciencia de que es lo primero y sobre todo que sean respetuosos y buenas personas.
Que mi madre que modelo ha sido …. Ni tigresa ni bambi. Supongo que para lo que todo el mundo la suya. LA MEJOR

Como algo excepcional dos posdatas que no tienen nada que ver con el tema. Un gracias y un perdón

Pd: Quiero dar las gracias al Director del Hotel Finca Cortesín por las palabras tan bonitas que me dedicó después de haber leído mi último post. Alguien que me quiere mucho se lo envió y al parecer lo quiere publicar en una página del hotel. ¡Muchas gracias!

Pd: Hay veces en la vida que haces daño inconscientemente a las personas que más quieres. Ya he reflexionado porqué y ahora ya lo sé, lo he descubierto hoy. Ahora sólo quiero que todo vuelva a ser como antes porque no lo es. Y rápido. No tengo paciencia : )

La clave está en el Sur

Si hay un lugar en el mundo para perderse se llamaría Finca Cortesín. Está ubicado en el termino de Casares, Málaga y su situación geográfica apunta directamente a la calma. A un lado el mar Mediterráneo, al otro árboles traídos desde las Islas Cook, Marshall, Salomón, Israel, Italia, Jamaica y casi dónde te lleve la imaginación ...

Sólo llegar al complejo te encuentras con un patio típicamente andaluz, sus baldosas, fuentes y flores te hacen saber que ahí se respira tradición. El personal es amable, cortés y detallista. Las habitaciones invitan al descanso y cuando abres sus balconadas te invitan a no perderte nada. Las vistas de la terraza son infinitas al mar, casi tanto como la mente quiera ver y descubrir. Una vez que has mirado al horizonte toca descubrir sus dos piscinas, el SPA, el campo de golf, los patios, uno de ellos típicamente marroquí, un guiño a la relación que Andalucía siempre ha tenido con el país vecino, y sus inmensos espacios verdes. Me consta que mi amiga Isabel Alguacil que es paisajista participo en el diseño de sus maravillosos jardines. Un 10 por ella y por todo el equipo.

Si hablamos de su gastronomía nos encontraremos con varios restaurantes, cada uno listo para lo que nos pida el paladar. ¿Uno de ellos? Schilo, con sabores de Asia, Arabia y Europa. Para mi, el mejor sería “El jardín de Víctor” típicamente mediterráneo. No te puedes marchar sin probar los desayunos, en especial el zumo de Coco. No lo probé en ningún sitio como ése. Recomendar un Hotel por el zumo de Coco sería una absurda locura pero a veces un detalle te hace recordar para toda una vida un momento de dulzura y tranquilidad. Está muy bien comunicado y a tan sólo 15 minutos se encuentra Marbella para salir, tomar una copa o simplemente perderse por sus glamurosas calles. Aunque si vas a Cortesín, tienes el peligro que Marbella te rompa la paz y desees volver a tu stand by particular. Podría decir mil maravillas de esta Finca pero no es realzar lo que tiene sino describir los sentimientos que ésta me produce. Hoteles bonitos hay muchos pero en los que SIENTAS hay pocos. Recuerdo su calma y sus olores, sus colores y sus sabores. Y la mirada del mar, que a última hora de la tarde parece que sentía nostalgia de que otro día acabara. O quizá era yo, que deseaba que me guardara el secreto de que algún día volvería. Y lo guardó. Y en unos días, le daré las gracias… porque no hay mejor lugar para reflexionar, pensar y desconectar que el aire renovador del sur.

¿Y tú? ¿Cómo quieres vivir?

Hace ya más de dos años comprendí que a veces vivir es complicado. Siempre se tienen preocupaciones porque todos las tenemos, pero no te das cuenta de lo que realmente importa hasta que te ocurre algo que te abre los ojos. Entonces dices voy a disfrutar más de esto, voy a ser más generosa con éste … en general, mirar más por ti e intentar hacer felices a los demás.

De todo esto te das cuenta cuando te falta algo que todo el mundo vive con ello pero pocos saben lo que tienen. Cuando era pequeña no entendía porque la gente pedía salud en vez de juguetes a los Reyes Magos ¡qué ignorantes! Cuando creces te das cuenta que sólo pedirla ya es un milagro. Lo mío en comparación a otras personas sé que es algo “insignificante” pero si realmente lo valoras como lo valoro yo, es que ya estoy dentro de ese “círculo” de “gracias-dios-mío-por-darme-salud!” Viviendo con una hernia discal, dolor de espalda etc.. se vive regular y cuando te dan crisis más, pero lo bueno es que cuando te pones mal algo te dice que mañana seguro que es mejor. Reflexionas más y valoras las cosas de manera diferente. Es como una inyección de vida, como si quisieras aprovechar más las cosas, creo que es como si le quisieras sacar más jugo a la vida, un jugo dulce que te enseñe que hay cosas que merecen la pena y muchas alegrías que quedan por llegar. Pero como en todos los zumos, siempre hay alguna pieza amarga, ese suele ser el momento de la impotencia. Hace 2 años dije que nunca más preocupaciones tontas pero tengo la “suerte o la desgracia” que lo malo lo veo pasar rápido, es mi particular línea de Alta Velocidad, así que ahora que estoy pasando por una estación en obras, aprovecho para recalcarme a mi misma y a todo aquel que quiera subir que la vida está para disfrutarla, que tenemos suerte de poder vivirla y mucho más si la valoramos teniendo salud.

No quiero que se me olvide, porque se me había olvidado. He estado una época muy quejica y alguien me ha venido a recordar que soy afortunada. Cuando tendría unos 6 años, mi abuela siempre me decía ¡mira! ¡pellízcame aquí! Está operada de dos hernias discales y no sentía la pierna. Cuando llegaba al colegio decía que tenia una super abuela (y lo es) . Digo esto porque quiero aprender de ella. Quiso hacer de lo doloroso algo único. Esto demuestra que todo lo malo tiene su parte positiva.

También tengo que decir que disfrutar tampoco implica que las cosas del día a día no te duelan, porque hay cosas que duelen, y mucho. A veces darse demasiado no sé hasta que punto compensa. Puedes tener dolor físico pero otra cosa es que te duela el alma y eso ya como poco, es otro post …
Así que escribo este texto con una mano, porque sí, estoy fastidiada, no voy a decir que no. Pero quizá sea una paradoja y venga a decir que todos los comienzos son poco a poco … y que todo lo bueno no ha hecho nada más que empezar y es que en el fondo ¡Ya huele a primavera! OS QUIERO!