Hace ya más de dos años comprendí que a veces vivir es complicado. Siempre se tienen preocupaciones porque todos las tenemos, pero no te das cuenta de lo que realmente importa hasta que te ocurre algo que te abre los ojos. Entonces dices voy a disfrutar más de esto, voy a ser más generosa con éste … en general, mirar más por ti e intentar hacer felices a los demás.
De todo esto te das cuenta cuando te falta algo que todo el mundo vive con ello pero pocos saben lo que tienen. Cuando era pequeña no entendía porque la gente pedía salud en vez de juguetes a los Reyes Magos ¡qué ignorantes! Cuando creces te das cuenta que sólo pedirla ya es un milagro. Lo mío en comparación a otras personas sé que es algo “insignificante” pero si realmente lo valoras como lo valoro yo, es que ya estoy dentro de ese “círculo” de “gracias-dios-mío-por-darme-salud!” Viviendo con una hernia discal, dolor de espalda etc.. se vive regular y cuando te dan crisis más, pero lo bueno es que cuando te pones mal algo te dice que mañana seguro que es mejor. Reflexionas más y valoras las cosas de manera diferente. Es como una inyección de vida, como si quisieras aprovechar más las cosas, creo que es como si le quisieras sacar más jugo a la vida, un jugo dulce que te enseñe que hay cosas que merecen la pena y muchas alegrías que quedan por llegar. Pero como en todos los zumos, siempre hay alguna pieza amarga, ese suele ser el momento de la impotencia. Hace 2 años dije que nunca más preocupaciones tontas pero tengo la “suerte o la desgracia” que lo malo lo veo pasar rápido, es mi particular línea de Alta Velocidad, así que ahora que estoy pasando por una estación en obras, aprovecho para recalcarme a mi misma y a todo aquel que quiera subir que la vida está para disfrutarla, que tenemos suerte de poder vivirla y mucho más si la valoramos teniendo salud.
No quiero que se me olvide, porque se me había olvidado. He estado una época muy quejica y alguien me ha venido a recordar que soy afortunada. Cuando tendría unos 6 años, mi abuela siempre me decía ¡mira! ¡pellízcame aquí! Está operada de dos hernias discales y no sentía la pierna. Cuando llegaba al colegio decía que tenia una super abuela (y lo es) . Digo esto porque quiero aprender de ella. Quiso hacer de lo doloroso algo único. Esto demuestra que todo lo malo tiene su parte positiva.
También tengo que decir que disfrutar tampoco implica que las cosas del día a día no te duelan, porque hay cosas que duelen, y mucho. A veces darse demasiado no sé hasta que punto compensa. Puedes tener dolor físico pero otra cosa es que te duela el alma y eso ya como poco, es otro post …
Así que escribo este texto con una mano, porque sí, estoy fastidiada, no voy a decir que no. Pero quizá sea una paradoja y venga a decir que todos los comienzos son poco a poco … y que todo lo bueno no ha hecho nada más que empezar y es que en el fondo ¡Ya huele a primavera! OS QUIERO!
No quiero que se me olvide, porque se me había olvidado. He estado una época muy quejica y alguien me ha venido a recordar que soy afortunada. Cuando tendría unos 6 años, mi abuela siempre me decía ¡mira! ¡pellízcame aquí! Está operada de dos hernias discales y no sentía la pierna. Cuando llegaba al colegio decía que tenia una super abuela (y lo es) . Digo esto porque quiero aprender de ella. Quiso hacer de lo doloroso algo único. Esto demuestra que todo lo malo tiene su parte positiva.
También tengo que decir que disfrutar tampoco implica que las cosas del día a día no te duelan, porque hay cosas que duelen, y mucho. A veces darse demasiado no sé hasta que punto compensa. Puedes tener dolor físico pero otra cosa es que te duela el alma y eso ya como poco, es otro post …
Así que escribo este texto con una mano, porque sí, estoy fastidiada, no voy a decir que no. Pero quizá sea una paradoja y venga a decir que todos los comienzos son poco a poco … y que todo lo bueno no ha hecho nada más que empezar y es que en el fondo ¡Ya huele a primavera! OS QUIERO!
